La madre de mi colega me pone muy cachondo
La madre de mi mejor colega era una rubia divorciada que me daba mucho morbo y ella lo sabía, y por eso cada vez que pasaba por allí se me insinuaba y me ponía muy cachondo. La otra noche me decidí a ir a su casa y me follé a esa rubia con coletas encima de la mesa del comedor, hasta que la guarra se puso a gritar de gusto y después le hice tragarse mi leche calentita.